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BIENVENIDA Y BIENVENIDO

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domingo, 19 de octubre de 2014

Sweet Chestnut: el último rayo de Luz

Castaño dulce
Castanea sativa
Si te tomas 9 minutos y te dejas sentir la belleza y sentimientos de este extraordinario fragmento de la película Fantasía, de Disney, podrás experimentar toda la gama del sentir que ocupa a Sweet Chestnut. Pero en lo que me interesa que te detengas es en cómo el film te hace pasar de la experiencia emocional de la devastación a la del renacimiento. Justo ese fragmento describe la virtud terapéutica de esta esencia bachiana: cuando todo parece perdido, cuando la destrucción y el acabamiento te han hundido en la más grande de las desesperanzas y el abatimiento, su energía va al encuentro del último rayo de luz que el sufrimiento aun no ha apagado en ti... y lo hace crecer, ensancharse y aumentar hasta que te quitas a ti mismo de la muerte en vida, y te abres a recibir la luz que siempre está allí para ti.

Es, quizá, la más poderosa de las 38 (disculpa mi apasionamiento). Bach la elabora para sí mismo en sus últimos meses de vida.

La música no es la original de la película, es "Time" de Hans Zimmer, un talentoso compositor de bandas sonoras que compuso la de "El Rey León", por la que se llevó un Oscar.

 

jueves, 2 de octubre de 2014

BABY BLUE EYES: el padre desaparecido

Nemophila Menziesii
La traducción de Baby Blue Eyes es bebé de ojos azules. El nombre ya señala hacia la relación de esta esencia con la más temprana edad. Dicen Kaminski y Katz que “…trata las heridas que hayamos sufrido en la infancia en relación con el padre. Estas heridas… con frecuencia nos llevan a desarrollar una actitud cínica de desconfianza ante la vida”.

Así es, hablamos de la dolorosa experiencia de un padre desaparecido, muerto, de cuerpo presente pero ausente, incompetente, tóxico, abusador, o agresivo. Un padre que ha perdido su lugar de padre, dejando una herida abierta que resuma desazón, hostilidad, amargura y rebeldía.

"Para la dureza del alma", agregan sus elaboradores. Sí, dureza de corazón, un corazón defendido, resentido, siempre cerrado por el miedo (que no reconoce para no sentir su vulnerabilidad) a que del otro venga algo que lo dañe o le reste, miedo que para no experimentarse es evitado y transformado en hostilidad. Y resaltan, además, que es para "el sentimiento de falta de fe..." en el Padre, en el Señor. Sí, la fe en Dios comienza a construirse en el marco de la relación con las figuras parentales.

 ¿Cómo es posible que no me quiera? Así acaba este fragmento del video que os dejo a continuación: breve y conmovedor.